En la vocación consagrada no hay fracaso posible si tú no quieres. Dios lo único que espera de ti es tu libre decisión de amarle y de aceptar su voluntad sobre tí. Por eso, mientras tú estés dispuesto y digas: «Señor, ¿qué quieres que haga?», no te puedes equivocar. Otra cosa será el camino por el que el Señor te quiera llevar que, a veces, es muy misterioso.
la vida sacerdotal es una vida dedicada a la oracion, al estudio y al apostolado
ResponderEliminarsi uno se decide por ser sacerdote, ha elegido una vida llena de amor y entrega. ha sido merecedor de ungran regalo.
ResponderEliminarDIOS, siempre quiere algo bueno para todos nosotros, ser sacerdotes es lo mejor
ResponderEliminar